Si la fiebre de tu hijo os ha pillado en plena noche o en un día festivo, puedes esperar intentando bajar la fiebre con algunos consejos caseros, antes de recurrir a los medicamentos que el pediatra del niño irá prescribir:
1- Quitar la ropa del niño para evitar que la temperatura de su cuerpo suba aún más. Vístele con algo ligero, preferiblemente de algodón. Si es un bebé, el pañal ya será suficiente.
2- Mantener al pequeño en una habitación bien ventilada pero que no ofrezca corriente de aire.
3- Bañar al bebé o al niño con agua tibia. El agua fría podría aumentar aún más la fiebre.
4- Aplicar compresas frías con un paño húmedo, limpio y fresco, sobre la frente, la parte posterior del cuello y las muñecas del niño. Eso le hará sentir más aliviado.
5- Ofrecer una dieta líquida al niño para compensar las pérdidas generadas por el sudor y evitar la deshidratación. Es aconsejable que el niño tome agua mineral, zumos de fruta y caldos ligeros. El suero casero también es indicado principalmente para los bebés.
6- Evitar que el niño se mueva. Un niño con fiebre debe descansar para ayudar a que la temperatura de su cuerpo baje.
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